10 consejos de García Márquez para escribir un cuento

Un decálogo del escritor colombiano para aprender a escribir mejores historias en el género cuentístico. 

Foto archivo El Tiempo
Por:
Centro Gabo

Dentro de su oficio literario, Gabriel García Márquez no sólo es reconocido por haber escrito novelas como Cien años de soledad (1967), El otoño del patriarca (1975) y El amor en los tiempos del cólera (1985), sino también por su narrativa breve. Gabo sabía diferenciar entre el proceso narrativo de una novela y el de un cuento, y  a lo largo de su vida, siempre que se sentó a escribir, empleó una metodología distinta dependiendo del género.

Como resultado, encontramos que frente a sus novelas se erigieron libros de cuentos tan peculiares como Los funerales de la Mamá Grande (1962), La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada (1972) y Doce cuentos peregrinos (1992), conjuntos de relatos en los cuales la estética garciamarquiana es afectada por las reglas internas que rigen la prosa de los cuentos.

Compartimos contigo diez consejos con los que el escritor colombiano nos enseña a construir este tipo de historias:

 

1. Cuenta un cuento que te gustaría leer

 

Cuando quiero escribir algo es porque siento que eso merece ser contado. Más aún, cuando escribo un cuento es porque a mí me gustaría leerlo.

 

“Gabriel García Márquez”. 7 Voces, 1972.

 

2. Escríbelo como si vaciaras en concreto…

 

Escribir cuentos es como vaciar en concreto; si el concreto no fragua se jodió y tienes que empezar otra vez, tiene que ser todo junto y de una vez. En cambio, escribir novelas es como pegar ladrillos; si este muro no salió, tiras el muro y lo rehaces, corres la puerta para allá, etc. En el cuento esto no se puede hacer. El cuento sale de una vez o no sale. El cuento se concibe de una vez completo y redondo, y si no es así no sirve, ya no vas a encontrar cómo remendarlo y cómo terminarlo. En el momento en que concibes el cuento lo tienes listo, íntegro. En cambio, en la novela puedes partir de una idea o de una imagen y seguir dándole vueltas, inclusive trabajarla en la máquina, construirla en la máquina.  

 

“Estoy tan metido en la política que siento nostalgia de la literatura”.

El Viejo Topo, 1979.

 

3. Piensa que la estructura va primero

 

Una vez que se llega a tener la estructura completa de una historia, en ese justo punto es desde donde se puede escribir un cuento, un guion, una obra de teatro o una pieza para la televisión.

 

“Inventar el mundo es lo más maravilloso que hay”.

Un paseo con García Márquez, diciembre de 1987.

 

4. Lee a Hemingway

 

A Hemingway lo he considerado como un maestro de la técnica literaria, en el sentido de que leyendo sus obras se aprende a contar. Siempre he dicho que los novelistas a diferencia de los demás profesionales leemos las novelas para saber cómo están escritas. Nosotros leemos la novela, la volteamos, la ponemos al revés, ponemos los tornillos, todas las piezas sobre la mesa, y cuando sabemos cómo está ya no nos interesa más. Con Hemingway me ha sucedido lo mismo. He leído todas las obras de Hemingway. Prácticamente las he desmontado pieza por pieza para saber cómo están escritas, y en ese sentido puede que haya una influencia. Esa influencia que puede haber es la única identidad con él, el único parecido. De todas maneras, le tengo una gran admiración. Es un gran escritor, sobre todo un gran cuentista. A mí la novela de Hemingway no me llama mucho la atención, pero en el cuento llega a la perfección. Él tiene el cuento «La breve vida feliz de Francis Macomber», que es uno de los más perfectos que se han escrito.

 

“García Márquez: el gallo no es más que el gallo”.

Pluma, abril de 1985.

 

5. Mantén la intensidad y la unidad

 

La intensidad y la unidad interna son esenciales en un cuento y no tanto en la novela, que por fortuna tiene otros recursos para convencer. Por lo mismo, cuando uno acaba de leer un cuento puede imaginarse lo que se le ocurra del antes y el después, y todo eso seguirá siendo parte de la materia y la magia de lo que leyó. La novela, en cambio, debe llevar todo dentro. Podría decirse, sin tirar la toalla, que la diferencia en última instancia podría ser tan subjetiva como tantas bellezas de la vida real. Buenos ejemplos de cuentos compactos e intensos son dos joyas del género, “La pata de mono”, de W.W. Jacobs, y “El hombre en la calle”, de Georges Simenon.

 

El amante inconcluso y otros textos de prensa.

Cambio, julio de 2000.

 

6. ¿Leíste a Hemingway? Pon en práctica sus consejos

 

Un cuento, como el iceberg, debe estar sustentado en la parte que no se ve: en el estudio, la reflexión, el material reunido y no utilizado directamente en la historia. Sí, Hemingway le enseña a uno muchas cosas, inclusive a saber cómo un gato dobla una esquina.

 

El olor de la guayaba, 1982.

 

7. Recuerda: el cuento es una incorporación a la vida cotidiana

 

El cuento parece ser el género natural de la humanidad por su incorporación espontánea a la vida cotidiana. Tal vez lo inventó sin saberlo el primer hombre de las cavernas que salió a cazar una tarde y no regresó hasta el día siguiente con la excusa de haber librado un combate a muerte con una fiera enloquecida por el hambre. En cambio, lo que hizo su mujer cuando se dio cuenta de que el heroísmo de su hombre no era más que un cuento chino pudo ser la primera y quizás la novela más larga de la era de piedra.

 

El amante inconcluso y otros textos de prensa.

Cambio, julio de 2000.

 

8. Además, nace intacto…

 

El cuento surge de un episodio, de una frase. Se me ocurre completo. Hay cuentos que tengo en la cabeza y los reviso periódicamente. Yo preferiría contar cuentos en los salones y no tener que escribirlos.

 

“Gabriel García Márquez: el machismo es la desgracia de la humanidad”.

Conversaciones con 9 creadores, junio de 1981.

 

9. Y también le sirve a los novelistas

 

Empezar una obra es más difícil. Siempre es más difícil empezar cada capítulo. Por eso es muy bueno escribir cuentos. Escribir cuentos tiene la ventaja de que no hay que empezar sino una vez. En la novela, cada vez que se termina un capítulo, el día que se va a empezar otro es terrorífico. Siempre tengo la impresión de que la novela se va a quedar ahí. No va a seguir. Porque empezar cada capítulo es muy difícil.

 

“García Márquez: el gallo no es más que el gallo”.

Pluma, abril de 1985.

 

10. Finalmente: no olvides que el orden de los cuentos en un libro de cuentos sí importa

 

Cuando reúno cuentos en un libro su orden es fundamental para mí. Yo escribo un libro de cuentos, no reúno cuentos para hacer un libro. Sé cuál es el orden, y no me refiero al orden cronológico en que fueron escritos, sino al orden de publicación, la secuencia de la lectura. Alterar ese orden es, para mí, como alterar los capítulos de una novela.

 

“El artesano de la palabra”.

Triunfo, noviembre de 1980.

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Los mejores momentos de Cronicando en el Hay Festival 2019

Revive aquí los mejores instantes de Cronicando Nelson Mandela durante su primer ejercicio de reportería en un evento masivo, en el marco del Hay Festival 2019.

Créditos
Cronicando - FNPI.
cronicando-hay-festival-jesus-abad-colorado
Por:
Redacción Centro Gabo

Ocho participantes de Cronicando, el primer taller para niños y jóvenes organizado por el Centro Gabo, realizaron su primer ejercicio de reportería durante un evento masivo. Fue en el marco del Hay Festival Cartagena 2019, donde compartieron experiencias con algunos de los periodistas. escritores y fotógrafos invitados.

Los jóvenes cartageneros, estudiantes de noveno a undécimo grado de la Institución Educativa Bertha Suttner, del barrio Nelson Mandela, elaboraron un total de seis contenidos. Estos incluyeron una nota de reportería sobre una charla realizada en la Biblioteca Hermana Elfride de su barrio, en la que Héctor Abad Faciolince, en conversación con Mábel Lara, presentó su libro ‘Una bolita plateada’; así como cinco entrevistas realizadas a invitados del Hay Festival.

 

Sobre Cronicando

 

Cronicando, el primer taller del Centro Gabo de la FNPI – Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, realizado en alianza con la Fundación TenarisTuboCaribe, se inició en 2016 con un primer grupo de 35 niños y jóvenes del barrio Nelson Mandela de Cartagena. Más de 150 niños se han visto beneficiados por el programa, que ha tenido tres ediciones en total. En las dos primeras ediciones de Cronicando el énfasis estuvo en el periodismo escrito; entre los productos periodísticos realizados por los jóvenes reporteros se destaca un periódico mural y la realización del periódico Voces del Barrio, en el que los participantes contaron historias de su comunidad, investigadas y escritas por ellos mismos. En total se distribuyeron 2.000 ejemplares en diferentes sectores del barrio beneficiado. En la tercera edición, los participantes trabajaron en torno al periodismo radial y produjeron una serie de reportajes radiofónicos en los que pusieron en práctica aspectos del periodismo como la investigación, el manejo de las fuentes, la narrativa y la ética periodística.

Así fue el recorrido de voces de Cronicando Nelson Mandela en el Hay Festival 2019

8 niños y jóvenes de Cronicando Nelson Mandela tuvieron su primer ejercicio de reportería durane un evento masivo, fue en el marco del Hay Festival Cartagena 2019, donde compartieron experiencias con algunos invitados.

Créditos
Cronicando - FNPI.
Por:
kpineda

En una jornada llena de experiencias y vivencias con grandes referentes del periodismo, ocho participantes de Cronicando Nelson Mandela, el primer taller para niños y jóvenes del Centro Gabo de la FNPI, hicieron un recorrido por las anécdotas de escritores, periodistas y fotógrafos invitados al Hay Festival Cartagena 2019.

Durante dos días, los jóvenes mantuvieron conversaciones cercanas y de gran profundidad con el escritor colombiano Daniel Samper Pizano, la periodista brasileña Natalia Viana y la cronista ecuatoriana Sabrina Duque.

Además, a través de la muestra fotográfica de Jesús Abad Colorado, los niños y jóvenes de Nelson Mandela tuvieron un encuentro cercano con el fotoperiodista colombiano y las anécdotas detrás de algunas de sus mejores fotografías sobre el conflicto armado en Colombia.

Previo a una extensa jornada de entrevistas, los participantes de Cronicando Nelson Mandela compartieron con Héctor Abad Faciolince, durante la presentación de su primer libro infantil en la Biblioteca Hermana Elfride de la Institución Educativa Bertha Suttner, ubicada en el sector Las Vegas del barrio Nelson Mandela. Allí conversaron con el escritor y columnista colombiano sobre los placeres de escribir y su fuente de inspiración para contar historias.

El sábado, 2 de febrero, la jornada de reportería arrancó a las 9:00 de la mañana. En un consejo de redacción dirigido por Marcelo Franco, maestro de Cronicando Nelson Mandela, los participantes expusieron los puntos de vista y enfoques para abordar las entrevistas con los tres personajes principales: una lluvia de ideas que mostró la rigurosidad de la investigación biográfica previa realizada por los 8 participantes de Cronicando sobre los tres entrevistados.

Los participantes se dividieron en grupos para cumplir con las entrevistas acordadas. El contexto significaba un reto para los jóvenes periodistas, que se abrían espacio entre los asistentes e invitados para añadir una nueva perspectiva al cubrimiento de este evento, en el que se reunieron a 150 escritores, músicos, científicos, artistas e intelectuales de diferentes países del mundo.

Niños y jóvenes de Cronicando en entrevista con Daniel Samper Pizano. Foto: Cronicando - FNPI
Niños y jóvenes de Cronicando en entrevista con Daniel Samper Pizano. Foto: Cronicando - FNPI.

La alegría de vivir

La jornada de reportería inició con un entrevista con Daniel Samper Pizano. Los participantes de Cronicando Nelson Mandela hicieron un acercamiento con la obra y los argumentos sobre el periodismo de Samper Pizano, quien resaltó el sentido del humor en sus textos, señalando que es una manera de escapar de todos los contratiempos que ofrece la vida y una pastilla para sobrevivir a la enfermedad.

El escritor bogotano de 73 años, que empezó su carrera a los 19, contó algunas de sus experiencias como periodistas y escritor, y destacó el valor de entender que en el ejercicio periodístico la fama es un mal que se debe evitar. “Siempre he dicho que la fama es como el agua en las manos: se va con facilidad, o como tener muchos billetes en la mano pero de Monopolio, o sea, que no sirve para nada”, afirmó.

Dayelitza Jiménez, de 16 años y una de las jóvenes que entrevistó al escritor colombiano, destacó la enseñanzas que dejó Samper Pizano sobre el sentido periodístico para desarrollar investigaciones y textos de buena calidad. “Una de las enseñanzas que aprendimos de Daniel es que siempre hay que vivir con alegría; el humor que él transmite al escribir no es una simple descripción de cualquier felicidad, sino que es sentimiento que todos llevamos en nuestro interior”, agregó la participante de Cronicando Nelson Mandela.

 

De periodistas viajeras y críticas

Brandy Guzmán (16 años), Iván Ramírez (14 años) y Daniela Teherán (16 años) tuvieron la oportunidad de entrevistar a la ganadora de la Beca Michael Jacobs 2018, Sabrina Duque, quien presentó en el Hay Festival su libro ‘VolcáNica, crónicas desde un país en erupción’, un trabajo que retrata el alma aguerrida de los nicaragüenses, su constante coqueteo con el peligro y cómo un país que parecía dormido como un volcán en reposo se desbordó en las calles de un día para otro.

“Me encanta Cronicando porque le da a los chicos la oportunidad de descubrir su talento”, afirmó Sabrina Duque, y añadió: “Muchas veces cuando vives en un barrio donde no hay recursos, las personas se sienten condenadas a un destino sin brillo. Pero cuando le llevas la lectura, los ejercicios de pensamiento, llevas las preguntas, estas mentes jóvenes empiezan a cambiar, a darse cuenta que hay otras posibilidades. Es un proyecto que con el paso del tiempo puede transformar el corazón del barrio”.

Daniela Teherán describe a la periodista ecuatoriana como una mujer que tiene un gusto especial por los viajes y por contar historias de este viajes. “Una de las anécdotas que nos contó fue cuando visitó Portugal y escribió de meseros cascarrabias”, añadió.

Entretanto, Zharick Guzmán (14 años) y Michael Casarrubia (14 años) tuvieron una entrevista a profundidad, de más de 30 minutos, con la directora de Agencia Pública y miembro del Consejo Rector de la FNPI, Natalia Viana.

Los niños y jóvenes de Nelson Mandela le preguntaron sobre sus vivencias en el periodismo, pero especialmente indagaron sobre el temor que podría sentir por realizar un ejercicio periodístico independiente, con un lente crítico ante el actual gobierno de Jair Bolsonaro.

“Nuestro trabajo nos pone cara a cara con el peligro. Pero debo decir que, como periodistas, somos menos vulnerables que las personas del común, tenemos cierto respaldo social para meternos en lo que nos metemos”, contó Viana a los jóvenes periodistas de Nelson Mandela.

 

Construir memoria para no volver a repetir los errores del pasado

En el recorrido por los diferentes espacios del Hay Festival Cartagena 2019, los participantes de Cronicando Nelson Mandela tuvieron la oportunidad de visitar la exposición fotográfica ‘Geografías de dolor y resistencia’, de Jesús Abad Colorado, en la que el fotoperiodista colombiano reúne grandes hitos de su trayectoria fotográfica, de más de 25 años, y visibiliza los ciclos de violencia que han marcado la historia del país.

A través de una conversación con el autor, los jóvenes de Cronicando Nelson Mandela conocieron de primera mano las historias detrás del conflicto, que ha afectado incluso a familias de algunos participantes de este proyecto.

José Luis Guzmán, de 14 años, le preguntó a Colorado sobre las principales habilidades que debe tener un fotoperiodista, a lo que el autor le dejó una frase como consejos para aquellos jóvenes periodistas que deseen incursionar en la fotografía periodística: “Lo más importante es lo que le pasa en la mente y en el corazón. No importan tanto la herramienta o la técnica. Si algo nos conmueve, seremos capaces de contar con una imagen esa pulsación del alma”.

Finalizado el recorrido por distintas historias de la muestra fotográfica, Colorado le hizo una invitación a los participantes de Cronicando Nelson Mandela para construir memoria a través de la fotografía. “Deben contar la historia de sus familias y guardar las fotos más preciadas, porque eso les permite construir una memoria y ayuda a no repetir historias”, concluyó.

 

La carpintería tras la reportería

Una tarde completa no fue suficiente para los 8 jóvenes que Cronicando Nelson Mandela para lograr construir sus piezas periodísticas, resultado de una mañana completa llena de entrevistas y muchas experiencias.

Como si trata de un taller de carpintería, cada participantes con sus herramientas de trabajo, transcribieron sus entrevistas, idearon un esquema de redacción y desarrollaron el enfoque para cada uno de los contenidos producidos luego de su primer ejercicio de reportería durante un evento masivo.

Marcelo Franco, maestro de Cronicando Nelson Mandela, repartió las tareas a los jóvenes. Les recalcó la importancia de cumplir plazos al ejercer el periodismo profesionalmente, y les explicó cómo escoger el mejor material posible entre lo recogido para construir su pieza periodística. Además, detalladamente les explicó cómo se redacta una entrevista.

Les subrayó así mismo la importancia de la preparación antes de una grabación en video. “Hay muchas imágenes que solo tendrán una oportunidad de grabar”, advirtió Franco.


Marcelo Franco, maestro de Cronicando Nelson Mandela, dirigió a los participantes durante la redacción de los contenidos producidos en el Hay Festival 2019. Foto: Cronicando - FNPI.

 

Cronicando en el Hay Festival Cartagena 2019

Los participantes de Cronicando Nelson Mandela produjeron seis contenidos, que incluyen una nota de reportería sobre la charla de Héctor Abad Faciolince, en conversación con Mábel Lara, durante su presentación de su libro ‘Una bolita plateada’, en la Biblioteca Hermana Elfride de la Institución Educativa Bertha Suttner, del barrio Nelson Mandela, y cinco entrevistas realizadas a cinco invitados del Hay Festival Cartagena 2019.

 

Sobre Cronicando

Cronicando, el primer taller del Centro Gabo de la FNPI – Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, realizado en alianza con la Fundación TenarisTuboCaribe, se inició en 2016 con un primer grupo de 35 niños y jóvenes del barrio Nelson Mandela de Cartagena. Más de 150 niños se han visto beneficiados por el programa, que ha tenido tres ediciones en total.

En las dos primeras ediciones de Cronicando el énfasis estuvo en el periodismo escrito; entre los productos periodísticos realizados por los jóvenes reporteros se destaca un periódico mural y la realización del periódico Voces del Barrio, en el que los participantes contaron historias de su comunidad, investigadas y escritas por ellos mismos. En total se distribuyeron 2.000 ejemplares en diferentes sectores del barrio beneficiado.

En la tercera edición, los participantes trabajaron en torno al periodismo radial y produjeron una serie de reportajes radiofónicos en los que pusieron en práctica aspectos del periodismo como la investigación, el manejo de las fuentes, la narrativa y la ética periodística.